Fomento de la resiliencia de la cadena de suministro a través de la colaboración de datos

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José María Alonso, Country Manager de España y Portugal de Snowflake, defiende es este artículo la necesidad de tener un enfoque basado en los datos para ofrecer unas operaciones más eficientes y sostenibles en las cadenas de suministro.

Fomento de la resiliencia de la cadena de suministro a través de la colaboración de datos

Debido a la presión presente en las redes de transporte a escala mundial y las prácticas de fabricación que aplican el método “Justo a tiempo”, las cadenas de suministro de hoy en día son muy vulnerables a la disrupción, y en los últimos años ya hemos visto lo frágiles que son realmente.

La disrupción provocada por la COVID-19 ha tenido unos efectos palpables en la economía mundial: se cree que con la pandemia se han perdido 4 billones de dólares de ingresos a nivel global. Este año, la guerra de Ucrania está causando más problemas, como el aumento de los gastos de transporte y el desabastecimiento de productos. ¿Cómo pueden los fabricantes generar resiliencia en sus cadenas de suministro y hacer crecer sus negocios ante un panorama de continua agitación económica?

La clave está, simplemente, en los datos. Para los fabricantes, un enfoque basado en datos puede ofrecer unas operaciones más eficientes y sostenibles, así como unas respuestas ágiles frente a disrupciones y a la demanda de los clientes. Para conseguirlo, hay tres estrategias clave que los fabricantes pueden adoptar y que les permitirán desarrollar sus negocios incluso en épocas de turbulencias económicas: aumentar la resiliencia de la cadena de suministro, impulsar los análisis de la industria 4.0 y mejorar la experiencia del cliente al tiempo que se generan nuevos flujos de ingresos.

Uso de los datos para reforzar la resiliencia

Fabricar un producto y distribuirlo al consumidor depende de que todas las partes de la cadena de suministro trabajen entre sí a la perfección, lo que ha demostrado ser una tarea difícil en los últimos años. Los datos, como identificar las limitaciones de las materias primas o facilitar las características del cliente y del mercado, pueden ayudar a los fabricantes a mitigar los problemas. Sin embargo, estos datos suelen encontrarse en varios sistemas y no solo pertenecen al fabricante, sino a todo el ecosistema de terceros con los que trabaja, como los clientes, los proveedores y las empresas de logística. La colaboración con los partners de todo el ecosistema es un paso clave para obtener visibilidad e identificar oportunidades de mejora.

El reto consiste en unificar esos datos para obtener una visión global de las situaciones en tiempo real. Los datos tienen que estar disponibles de forma que se puedan analizar para identificar riesgos y posibles contratiempos en la cadena de suministro. Lo fundamental es que los fabricantes también compartan los datos de forma externa con los partners de manera segura y conforme a las normativas. Al hacerlo, los conjuntos de datos se enriquecen y ofrecen una visión integral de toda la cadena de suministro, de manera que todo el mundo sabe lo que está pasando. Una vez establecida esta visión integral, las tecnologías de análisis como la inteligencia artificial (IA) y el aprendizaje automático (ML) pueden ofrecer información en forma de alertas, previsiones y recomendaciones de inteligencia empresarial. Este tipo de información ofrece a las empresas el lujo de la agilidad: la capacidad de detectar un problema o predecir un resultado de forma proactiva y actuar en consecuencia rápidamente comprendiendo la situación en tiempo real. Si los fabricantes identifican un problema, pueden modificar sus planes. Por ejemplo, pueden cambiar de proveedor o utilizar otro material e informar a los partners de cualquier modificación que pueda afectarles.

Un enfoque basado en datos para la industria 4

En lo que respecta a las tecnologías emergentes, los fabricantes también cuentan con importantes oportunidades para aprovechar las posibilidades que ofrece la industria 4.0 y convertirse así en empresas más inteligentes y sostenibles. Para ello es clave el Internet industrial de las cosas (IIdC), presente en sensores inteligentes como los que se utilizan en la maquinaria de las plantas de fabricación, la robótica y las tecnologías portátiles y ponibles. Estos sensores ofrecen tal avalancha de datos que, una vez combinados y analizados, pueden impulsar la eficiencia y la calidad de los procesos de producción.

Sin embargo, hay demasiados fabricantes que aún tienen estos datos atascados en silos, como en las aplicaciones de gestión de la cadena de suministro, las plataformas de planificación de recursos empresariales (ERP) y los sistemas de gestión de plantas, como Historians, MES, QM y los sistemas de control. Una vez combinados, estos datos se pueden usar para realizar numerosas tareas, como el mantenimiento predictivo. Esto implica recopilar los datos de los equipos utilizados para predecir cómo podrían funcionar por ejemplo, cuando una máquina está a punto de averiarse o cuál es el uso de energía de un edificio a fin de elaborar planes que aprovechen el tipo de energía adecuado, con el coste adecuado, y así ayudar a las organizaciones a alcanzar sus objetivos medioambientales. Ahora que entramos en el nuevo año, esto será una prioridad. Casi la mitad de los fabricantes británicos (el 49 %) tienen previsto invertir en tecnologías verdes como parte de sus medidas de eficiencia energética durante los próximos 12 meses.

Mejora de la experiencia del cliente y aprovechamiento de nuevas oportunidades

Al igual que en la producción, los productos inteligentes y conectados ofrecen a los fabricantes enormes oportunidades de mejorar la experiencia del cliente mediante los datos del IdC. Una vez que el cliente use los productos, estos seguirán enviando información al fabricante, lo que supone una oportunidad para ofrecer ventas y servicios diferenciados o de desarrollar modelos de negocio completamente nuevos.

Estas ventajas solo se pueden conseguir si los datos que generan se recopilan, se analizan y se actúa sobre ellos con celeridad. Por poner un ejemplo, la gestión del rendimiento, que suele asociarse a costosos equipos industriales, ofrece a los fabricantes la oportunidad de poner en marcha “servicios basados en resultados”, en los que se cobra al cliente según factores como la mejora del tiempo de actividad o la mayor calidad de la producción. Gracias a estos datos, los fabricantes pueden implementar servicios de equipos como servicio (EaaS), en los que los clientes pueden adquirir equipos de manera flexible y pagar en función de los resultados empresariales.

Asimismo, los servicios de campo inteligentes, que dependen de los datos recopilados de productos defectuosos, sirven para que los técnicos de servicio se hagan una idea de cuál es el problema y qué herramientas y piezas necesitan mucho antes de llegar al lugar donde se encuentra el cliente. La eficiencia del proceso resulta en menores costes y en una mejora significativa de la experiencia del cliente.

Preparación para el futuro

No se puede negar el hecho de que los fabricantes se enfrentan a un entorno económico inusualmente difícil y que seguirán afrontando numerosos desafíos en el futuro. Pero esto no quiere decir que los fabricantes no puedan capear el temporal e, incluso, hacer crecer su negocio. Para ello, será crucial que tengan todos los datos a su alcance, desde los sensores de las carretillas elevadoras hasta los terminales de punto de venta de las tiendas: todo aporta valor. Al utilizar los datos y compartirlos con los partners de su ecosistema, los fabricantes pueden aumentar la resiliencia, mejorar la experiencia del cliente y hallar nuevos flujos de ingresos.

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